Encender las luces sólo cuando sea preciso y utilizar de manera eficiente los electrodomésticos son algunas de las claves.
Contar con luz eléctrica en el hogar es una de las mayores ventajas de la actualidad. Disponer de un método sencillo, cómodo y económico de iluminar las casas es un tremendo adelanto. Dar al interruptor y que "se haga la luz" es tan sencillo, que apenas se repara en el gasto que supone. Pero ya que el recibo de la luz subirá de media un 4,8% a partir del 1 de octubre, conviene seguir una serie de consejos para intentar que la factura no se dispare. Entre ellos, algunas acciones tan sencillas como encender las luces sólo cuando sea preciso o utilizar los electrodomésticos de manera eficiente.
Pequeños detalles, un gran ahorro
La luz eléctrica es un recurso y no una necesidad. Por ello, es preciso no malgastarla y utilizarla sólo cuando sea imprescindible. Algunas situaciones que se repiten a diario e incrementan el coste del recibo pueden evitarse con facilidad para que los ceros no se acumulen en la factura eléctrica.
Apagar las luces que no se usen. Es una costumbre muy extendida dejar la luz encendida cuando se sale de las habitaciones: provoca tener un foco encendido sin que nadie aproveche esa luz y supone un gasto innecesario. Hay excepciones, como las lámparas fluorescentes. Gastan menos energía que las bombillas incandescentes normales, pero su pico de consumo energético se da en el momento de encenderlas. Es preferible no colocar tubos fluorescentes en habitaciones donde haya que encender y apagar la luz con frecuencia (dormitorios, pasillos...).
Para aprovechar la luz natural del mejor modo posible, se pueden emprender varias acciones:
Usar electrodomésticos de modo racional
Al utilizar electrodomésticos, que son los grandes consumidores de electricidad de un hogar, también se pueden seguir unas sencillas prácticas para ahorrar unos cuantos euros.
Mientras se usan, los pequeños electrodomésticos consumen incluso más que un frigorífico
Contar con luz eléctrica en el hogar es una de las mayores ventajas de la actualidad. Disponer de un método sencillo, cómodo y económico de iluminar las casas es un tremendo adelanto. Dar al interruptor y que "se haga la luz" es tan sencillo, que apenas se repara en el gasto que supone. Pero ya que el recibo de la luz subirá de media un 4,8% a partir del 1 de octubre, conviene seguir una serie de consejos para intentar que la factura no se dispare. Entre ellos, algunas acciones tan sencillas como encender las luces sólo cuando sea preciso o utilizar los electrodomésticos de manera eficiente.
Pequeños detalles, un gran ahorro
La luz eléctrica es un recurso y no una necesidad. Por ello, es preciso no malgastarla y utilizarla sólo cuando sea imprescindible. Algunas situaciones que se repiten a diario e incrementan el coste del recibo pueden evitarse con facilidad para que los ceros no se acumulen en la factura eléctrica.
- La televisión se puede ver a oscuras en la sala de estar, si no se desarrolla otra actividad más.
Apagar las luces que no se usen. Es una costumbre muy extendida dejar la luz encendida cuando se sale de las habitaciones: provoca tener un foco encendido sin que nadie aproveche esa luz y supone un gasto innecesario. Hay excepciones, como las lámparas fluorescentes. Gastan menos energía que las bombillas incandescentes normales, pero su pico de consumo energético se da en el momento de encenderlas. Es preferible no colocar tubos fluorescentes en habitaciones donde haya que encender y apagar la luz con frecuencia (dormitorios, pasillos...).
- Conviene plantearse encender la luz de casa sólo cuando oscurezca, no cuando empiece a caer la tarde. Al atardecer, la luz natural se reduce, pero basta para realizar la mayoría de las tareas.
- Elegir un sistema de iluminación para cada necesidad. En lugares donde se haya instalado más de un foco de luz, habría que escoger el adecuado para cada actividad: si se va a leer en el salón, es aconsejable no encender la lámpara principal y sí una próxima que ilumine la zona de lectura. En muchas ocasiones, las luces indirectas resultan más rentables que las normales, consumen menos electricidad y originan una iluminación uniforme en las estancias. Hay bombillas de bajo consumo que se amortizan a medida que se usan.
- Si se pintan las paredes de colores claros, la luminosidad del ambiente aumentará
Para aprovechar la luz natural del mejor modo posible, se pueden emprender varias acciones:
- Si se pintan las paredes de casa de colores claros (sobre todo blanco), la luz se reflejará en ellas de manera más intensa, con lo que durante el día, mientras haya luz del sol, la luminosidad del ambiente aumentará.
- La colocación estratégica de espejos puede ayudar a conseguir una mayor claridad en las horas de luz solar.
- Abrir bien las persianas, antes que encender las luces de un cuarto.
Usar electrodomésticos de modo racional
Al utilizar electrodomésticos, que son los grandes consumidores de electricidad de un hogar, también se pueden seguir unas sencillas prácticas para ahorrar unos cuantos euros.
Mientras se usan, los pequeños electrodomésticos consumen incluso más que un frigorífico
- Cuando se adquiere un gran electrodoméstico, hay que prestar especial atención a su consumo de energía. Conviene fijarse en el grado de eficiencia energética del aparato (la etiqueta energética que incluyen), ya que cuanto mayor sea su eficiencia, menor será el consumo. El mejor modo de aprovechar el frigorífico, lavadora y lavavajillas (y de que consuman menos) es utilizarlos a plena carga y, cuando sea posible, usar los programas económicos.
- En el caso de los pequeños electrodomésticos, como aspiradoras o secadores de pelo, mientras se usan consumen incluso más que un frigorífico. Por ello, hay que racionalizar su uso.
- Respecto al ordenador, el dvd o la televisión, hay que desconectar los interruptores de encendido. No deben apagarse sólo con el mando a distancia, ya que algunos componentes continúan conectados y, por tanto, consumen.